Lo idóneo es hacer énfasis en las
intenciones educativas de los medios o herramientas, las cuales deben ir en
función del desarrollo integral del niño (a), del desarrollo del potencial
creador en todas sus áreas.
En su construcción se puede mencionar:
- Objetos y secuencias: con posibilidad de acceso directo a cualquier elemento.
- Información e interacción: con posibilidad de procesar la información para tratar de resolver la interacción aplicando lo aprendido.
- Independencia: informa lo suficiente para resolver la interacción sin necesidad de consultar.
- Variedad de actividades: repertorio variado de tipos de actividades en torno a un mismo contenido: elección simple, rellenar huecos, asociar entre otros.
- Simplicidad: es más deseable para evitar el fracaso en la ejecución.
- Esfuerzo cognitivo: calidad didáctica de las actividades asegura mejor proceso mental
- Refuerzo significativo: al final sin importar el número de errores debe recibir un refuerzo positivo de acuerdo a la dimensión de éxito.
- Análisis de respuestas. Se requiere en aquellas actividades más abiertas, por ejemplo, rellenar huecos mediante el teclado, variedades ortográficas, entre otros.
- Tratamiento del error. Es necesario asegurar que el alumno/a pueda regresar y disponer de un nuevo intento tras cometer un error.
- Predominio de la interacción. acceder a los recursos multimedia será la interacción. Ejemplo: se puede presentar una imagen con zonas sensibles que muestran la información de cada parte.
- Propuestas complementarias. Con intención de potenciar las posibilidades del recurso y enfatizar la dimensión constructiva del aprendizaje, se pueden plantear propuestas de trabajo fuera del propio objeto o secuencia. Estas propuestas fomentan la transferencia bidireccional: lo que se aprende en la resolución del recurso se aplica después a la propuesta y viceversa.
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